Difusión Difusa

jueves, febrero 28, 2013

Simule, por favor

Tiene mucha miga el artículo, y no sólo por los cancunenses obligados a sonreir.

Al principio, cuando lo lees, también provoca una sonrisa pero habla del drama que se extiende por todo el sistema laboral global.

El "smile please" lo sufre la dependienta de los grandes almacenes, lo sufres en la oficina, lo sufre el free lance, lo sufre hasta la psicóloga que hace el estudio al que se refiere el artículo.

Simule, por favor. Simule que le va mejor de lo que le va, simule que le gusta el trabajo, simule que cobra más de lo realmente le damos. Simule y nos ayudará a mantener este sistema colonial e injusto. Simule y, si puede, robe a los demás sin que se den cuenta.

La foto es de @jimenajimena

martes, febrero 12, 2013

30 años de salsa, 30 años buscando América

Ayer por la mañana me encontré con este vídeo, que Liza había enlazado en su página de facebook, con este comentario "Una joya, Arte puro: lo kitch de la juventud de ambos, la música, los sombreros, las mangas naranjas, pantalones acampanados, el mariachi con partitura en el piano... recuerdos bailables para comenzar el nuevo año lunar..."

Son Willie Colón y Rubén Blades interpretando, en un programa de la tele a finales de los 70, uno de los temas de ese disco tan esencial que es "Siembra".

Para mí Blades, al que realmente  conocí, tres o cuatro años más tarde, a través de Patricia Godes, cuando publicó "Buscando América", representó la puerta de entrada al continente americano, a través de la Nueva York latina y del resto de los artistas de Fania Records, a los ritmos tropicales, al son, a valorar y contextualizar a la Orquesta Platería, y sus versiones de Pedro Navaja o Ligia Elena, o al Gato Pérez, que sí formaban parte del espectro audible que los medios de comunicación ponían a mi disposición al iniciarse los ochenta.

A Liza, la conocí una década después, ya en América, donde comprobé, mientras una y otra vez trataban de enseñarme a bailar, que la música, allí, es inherente a la vida cotiana, a los días de trabajo y a los días de fiesta; y que sabe a lo que sepa el aire, a fuel, a polvo, a tierra mojada, a comida o alcohol; a lo que trasmita el suelo que pisas, ya sea en la calle, la plaza o el salón de baile y que los ruidos del ámbiente, las voces, los chirridos y los roces, son parte de esa música.

Hacía mucho que nadie comentaba este blog, pero por aquí se ha pasado Ignacio para recordarme lo grande que era el combo que formaban Colón y el inimitable Héctor Lavoe, enlazándome a este vídeo de ¿1971?. Sí Ignacio, grandes no, soberbios.