Difusión Difusa

jueves, diciembre 29, 2011

EL argonauta navegando en el ayer

Hace unos días, buscando un libro para un regalo, me encontré en El Argonauta con Blanca, una antigua compañera de clase de los primeros años de la carrera. Quizás la última vez que la vi fue justo hace 20 años.
Es verdad, 20 años son nada. Nada más que ayer.
Es ese ayer de años condensado en unos segundos y que asimilamos como si nada, porque el único ayer que importa es ayer mismo.
El otro ayer, el de los tiempos largos, el de todo lo que hicimos, todo lo que conocimos, todo lo que encontramos, todo lo que perdimos, todo lo que conservamos hasta hace unas horas, no deja de ser ese ayer, justo el de antes de amanecer esta mañana.

martes, diciembre 20, 2011

la ventana


Un día festivo uno se levanta pronto y ve por la ventana el mismo paisaje que ayer pero diferente

miércoles, diciembre 14, 2011

el tren de la modernidad

Modernidad es una apuesta por desmarcarse del tradicionalismo, del costumbrismo, del academicismo, de lo bendecido y santificado por el establishment.
El problema de los que, en cada momento, tratan de empuñar la bandera de la modernidad es que su pretensión no deja de ser acomodaticia, al querer ser considerados grupo de referencia ante un panorama social y cultural acartonado y redundante. Es un quítate tú para ponerme yo.
La verdadera modernidad debería ser el inconformismo basado en el replanteamiento permanente de los conceptos y los valores.

Ahora mismo hay, en Madrid, una exposición, La Caballeria Roja, en la Casa Encendida, que refleja muy bien como la modernidad es un revulsivo que acaba siendo absorbido, por el poder que se arropó en ella, haciéndole perder su sentido original crítico y contestatario.
La modernidad es un engaño que, una vez convertido en visión oficial, persigue, destierra, acalla y extermina a los que insisten en continuar su viaje anómico, desmarcándose de la institucionalidad, poblada ahora por alguno de esos compañeros con los que coincidieron al inicio del viaje pero que prefirieron darlo por finalizado, bajarse del tren y convertirse en jefes de estación.

martes, diciembre 13, 2011

Calvario

Nunca abortaremos, nunca nos divorciaremos o, quizás sí, quizás mañana no nos quede más remedio debido a nuestras circustancias personales, mientras tratamos, no tanto, de planificar nuestra vida, como de vivir evitando fracturas, buscando lo que nos complementa, no lo que nos distancia, tratando de medir nuestras decisiones, sobre todo, cuando pueden salpicar a terceros.

No haremos uso de la sanidad o de la educación pública, porque no nos hace falta, porque no nos ha hecho falta, quizás, también mañana, nos gustaría que nos acogiese y encontrasemos en ellas lo que hasta ahora hemos disfrutado fuera. Mientras tanto queremos contribuir a ambas para que puedan dar soluciones efectivas a la realidad que nos envuelve.

Pero el caso es que hay tipos y tipas que, desde su posición de poder, lo único que tratan es de entorpecer la vida de los que piensan diferente, que criminalizan a la persona que aborta, que señalan y reactivan los calvarios para todas aquellas personas que no tienen el suficiente líquido, para obrar con rapidez y discrección, sin que tenga que enterarse nadie y al precio que sea, para conseguir que la niña pueda superar el problema que le hubiera marcado toda la vida.

lunes, diciembre 12, 2011

La maleta


Cada cierto tiempo aparece una maleta en un desván, un sótano o un garaje, con los dibujos, la novela inédita o las cintas grabadas por una persona, más o menos genial, hace tiempo desaparecida.
La gente suele preguntarse cómo demonios quedaron olvidados en un rincón oscuro, ignorados por aquellos que los tuvieron cerca.
Yo, en cambio, conozco el secreto, en tanto depositario de varios de estos tesoros, de valor, tal vez, incalculable, pero que, en estos momentos, no quiero volver a ver, escuchar o leer, aunque, en alguna ocasión, disfruté con ellos.
Quizás, en un tiempo prudencial, cuando sienta que los necesito de nuevo, los rescate; quizás, serán otros los que se ocupen de poner orden a las cosas y todo quedará segun su criterio.

lunes, diciembre 05, 2011

el Innsmouth del domigo

El domingo me reencontré con varios amigos de la facultad a los que hacía, mínimo, 10 años que no veía.
La cosa empezó a pintar mal desde el principio, cuando empezaron a hablar de PP, PSOE, UPYD y el Foro de Cascos y continuaron con sus análisis del resultado de las últimas elecciones, celebradas un, cada vez más lejano, 20N, y del sangrante futuro que nos espera a los asalariados tras dejar de ser clase media.
Según terminé el segundo vermuth dejé cinco euros sobre la barra del Almacén de Vinos y salí corriendo.
No piensen mal había quedado para comer.
Gracias a Dios.

La canción:
Innsmouth de Parade
La lectura:
La Sombra sobre Innsmouth de Lovecraft

viernes, diciembre 02, 2011

Musical Glam








La muerte de Ken Russell hace unos días me ha traido a la mente su película Tommy, que grabé de la tele, en VHS, hace años y borré tras verla. Recuerdo que me resultó mala y sonrojante, pero sería incapaz de hacer, hoy en día, una crítica de ella sin echarla de nuevo una ojeada.








Sin embargo no me ocurre lo mismo con El Fantasma del Paraíso o The Rocky Horror Picture Show, ambas contemporáneas de aquella y bastante más recomendables. Creo que no me equivoco si digo que poseen un gran sentido del humor y una falta de grandilocuencia que, seguramente, por ausencia de uno y exceso de la otra, es lo que mata la película de Russell.



por favor, no me hable de otra cosa

¡Por favor!, ¡poor faavoor! no me hable de otra cosa que no sea la crisis tan grave en la que estamos metidos y la manera de salir de ella.
No me hable de otra cosa que no sea economía.
¡Por favor!, no malgaste ni mi tiempo ni el suyo en cosas que, no sólo no producen ningún beneficio, sino que siempre van a generar perdidas, que no podemos permitirnos el lujo de compensar con ingresos que queremos que sirvan para pagar los gastos de vivir en una ciudad tan cara, donde, por cierto, le recomiendo que coja el coche para ahorrarse el pastón que nos cuestan los transportes públicos, que son sólo perdida, también por cierto.
Si no tiene coche, monte en bici, pero no moleste a los conductores -¿cómo? ¿qué no sabía que un paso de cebra es una señalización para que los peatones se acuerden de ceder el paso a los automoviles? No se preocupe, si todo se aprende poco a poco y ya sabe, la letra con sangre entra.
No importa que no entienda, que frunza el ceño y sólo le hable de economía y de lo irresponsable de gente tan despreocupada como usted por los problemas que afectan a la gente sensata y razonable.