Difusión Difusa

viernes, agosto 27, 2010

Cine y poesía


En nuestro viaje en el coche de Radiógeno, desde Ciudad DF (María dixit) al Puerto de Veracruz, fuimos téstigos en Cuetzalan del rodaje de una película de Andy García.

Junto a otros visitantes y lugareños ejercimos un rato de mirones del espectáculo hasta que un niño empezó a gimotear. Se escuchó el grito de "cooorten" y el asistente del director exigió silencio por su megáfono, a través del cual nos regaló esta preciosa frase:
"Cada vez que un niño llora, muere una toma"

lunes, agosto 16, 2010

Clooney es Deckard

Me imagino que uno de mis grandes problemas, a la hora de comentar lo que leo o veo, es lo escaso de mis puntos de referencia cultural, que siempre me acaban llevando a los mismos lugares comunes, aunque creo que es el sino de mi generación.

No sé, pero el caso es que el otro día después de ver Up in the Air no podía dejar de pensar que estaba viendo una nueva versión de Blade Runner.

Ya hemos llegado al futuro, la segunda década del siglo XXI, George Clooney ejerce el desagradable oficio de cazador de replicas y se dedica a liquidar a los trabajadores de las colonias que han agotado su periodo productivo.

El final resulta todavía menos esperanzador que en el original de Ridley Scott.
A pesar de buscar en el personaje de Vera Farmiga a la sosias de la Rachael de Sean Young, esa androide de placer, replica perfecta pero ahogada en las mismas dudas existenciales que el propio Deckard, con la que poder compartir su destino, el liquidador Clooney acaba condenado a la huida en soledad como eterno pasajero en tránsito.

Un 10.

martes, agosto 10, 2010

expansión temporal

El último día de junio fue igual de laxo e inabarcable que el primero. Me acerqué a C.U. buscando a un antiguo profesor. En su instituto me dijeron que era ya muy extraño verle por allí a pesar de tener su propio despacho. Le deje una nota. Pero mi sorpresa, y la suya, vino a ser el toparnos de frente cuando ya estaba saliendo de allí.
Me confirmó lo que la secretaria con la que había hablado me había contado, hoy había venido de manera excepcional pues, en un par de horas, tenía, en la facultad de filosofía, la lectura de una tesis de doctorado sobre antropologia del performance, superticiones, deseos y altarcillos domésticos. Así que tomamos un taxi y allá que nos fuimos juntos a la defensa antes de comer.
La mitad del tribunal disculpaba su asistencia y el único espectador era yo. Total cinco personas.
Exposición con powerpoint cutrisimo, como siempre; recomendaciones de los tres maestros, deliberación y doctora con laureles. Rito de la protesta, esto es México, y corriendo a Niños Héroes a tomar un menú del día, antes de conocer su nueva casa, los pormenores de su divorcio, qué había sido de sus hijos y con quién había rehecho su vida.
Apenas eran las tres y a las cinco había quedado con Radiógeno para ir al Aeropuerto. Pero, a diferencia que en Madrid, en México el tiempo se expande para resolver todos los pendientes y dejar espacio para lo no programado.

- Otra expansion temporal una década después. Hace unos días recibí un correo electrónico de Rosario, su pareja: Guido Münch, mi antiguo profesor de antropología acababa de fallecer el 6 de mayo de 2021.