Difusión Difusa

lunes, octubre 26, 2009

La desgracia ajena filmada



Este fin de semana he tenido una ración doble de biopics, que dicen en la prensa especializada, que retratan, como la mayoría de ellos, vidas atormentadas con finales trágicos. Ya saben, por lo difícil que dicen también, los entendidos en la materia, que es hacer comedia.
 
 El primero fue Factory Girl de 2006, sobre Edie Sedgwick, que podía subtitularse mira que capullo era el manipulador de Warhol. A mí, como película, no me ha gustado nada, ni como está escrita ni como está filmada. Para recreaciones del mundillo warholiano me sigo quedando con el Basquiat de Schnabel, que a mí tanto me seduce y que, tantos otros, aborrecen.

   
El segundo, Hilary y Jackie de 1998, sobre la chelista Jacqueline du Pré. Como película resulta bastante más trabajada que la anterior, sobre todo utilizando el recurso de los diferentes puntos de vista, obligando así al espectador a tener que volver a replantearse las causas de unas consecuencias que ya conoce. Perspectivismo, como a mí me gusta. De todas maneras, nada que ver con historias fragmentadas artificialmente, sino simplemente contando, de manera consecutiva, dos relatos que mantienen bastantes lazos entre sí.

El punto más flojo se encuentra en que, una vez que entra en la fase de decadencia de la protagonista, se hace evidente que ya no hay mucho más que añadir pero la película se empeña en seguir a la agonía.

jueves, octubre 15, 2009

marea negra

lunes, octubre 05, 2009

Inmaduro

También la inmadurez supone un peligro para los demás y para nosotros mismos, pero con que frecuencia se utiliza la palabra inmaduro para descalificar al interlocutor.

La utiliza quien recurre a ella cuando sólo la diferencia de edad se convierte en el único argumento al que agarrarse para decirse a si mismo que le asiste la razón.
La utiliza el sumiso para que evitemos la lucha con el prepotente y rompamos el equilibrio natural que puede resquebrajarse en cualquier momento.
La utiliza,en definitiva, quien pìensa que él es una persona completa y tú sólo media.

viernes, octubre 02, 2009

otro viajero

Hoy en las páginas de Henar me he encontrado con otro viajero anómico, como los niños, los borrachos o los locos que sólo nos dicen la verdad; como el enfermo de Thomas Mann que no supone la enfermedad sino que la vive como parte indisociable de su ser, mientras sólo escucha comentarios ignorantes de compasión por parte de las personas sanas.
No es que la sociedad no nos ha enseñado a tratar con ellos; no, todo lo contrario, nos ha educado, y con unas reglas muy claritas, a esquivarlos.
Sólo los aceptamos cuando son ellos los que hacen el esfuerzo de jugar en nuestro campo, para evitar el sudor que supone jugar en el suyo tan siquera un rato.